While robbing a house, Julio asks Ricardo to pretend to be the house's owners. Both of them take advantage of the solitude of their surroundings to express what they truly feel for each other.
Mientras cometen un robo, Julio le pide a Ricardo que jueguen a ser los dueños de la casa. Ambos aprovecharán el ambiente solitario para expresar lo que realmente sienten el uno por el otro.